Es solo egocentrismo: ningún dirigente consigue (al menos en Mendoza) transferir sus votos a otro

Gabriel Conte
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Soy Gabriel Conte, periodista. Fundé el diario Memo (memo.com.ar) en 2019. Creé y dirigí en los años ’90 la hoja de cultura El Comunero. Fui director de la revista Mendosat y durante 12 años trabajé como periodista, subdirector y luego director del portal MDZ, además de ser director de MDZ Radio. Mis primeros pasos en el periodismo los di en LV10 Radio de Cuyo. Mi programa «Tormenta de ideas» entrevistó a unos 30 mandatarios y expresidentes, premios Nobel y figuras destacadas del mundo, por Radio Nihuil. He colaborado con medios de Argentina y el extranjero.

Ha quedado demostrado que no se pasan los votos de un dirigente a otro solo por declamación. El electorado de Mendoza es más complejo que el del resto del país.

Una petulancia muy en boga es la de dirigentes a los que les va bien y creen que con su firma o mensaje, a veces solo con un tuit, redirigirán los votos que han sabido conseguir hacia otro, solo porque ellos lo indican o desean así.

Pero no. En Mendoza eso no sucede y lo hemos visto recientemente, en las Primarias (PASO), por ejemplo.

Juntos, Alfredo Cornejo y Luis Petri obtuvieron en sus precandidaturas por la gobernación 44% de los votos. Pero aunque ambos se esforzaron en respaldar a Patricia Bullrich, la ganadora de la interna de Juntos por el Cambio solo obtuvo algo más del 20%. Sumado a lo que sacó Horacio Rodríguez Larreta, llegó al 28%.

Para los que piensan que Javier Milei traspola sus resultados, valgan estos datos. En las PASO por la gobernación, una picardía de La Unión Mendocina recortó un video del anarquista en el que puteaba tanto a Cornejo como al peronismo y que empezaba diciendo: «No tengo candidato a gobernador en Mendoza». Esa frase se la sacaron y le sobreimprimieron «De Marchi gobernador», como si lo hubiera dicho. Pues bien: De Marchi rasguñó los 20 puntos y Milei sacó 45. no hay relación entre uno y otro, menos cuando la gente se da cuenta que es forzada y que hasta hace poco, De Marchi fue jefe de campaña de Larreta en el interior del país (y que sacó un magro 6% en Mendoza).

Y hay más: el intendente peronista de Maipú Matías Stevanato se consagró reelecto con un contundente 53%. Sin embargo, poco peso tuvo su insistencia con pedir el voto para Sergio Massa, su referente nacional más claro, ya que este sacó apenas un 13%, con apoyo y pedido expreso del maipucino y todo.

Por eso ahora, aunque Bullrich, Milei, Massa o quien sea aparezcan pidiendo el voto para los candidatos a gobernador en Mendoza, es pronosticable que poca influencia vayan a tener. El votante mendocino es autónomo de toda influencia, salvo las evocaciones personales. Y ha variado notablemente de destinatarios, con 5 gobernadores radicales y 5 peronistas en los 40 años de democracia, pero además, con fluctuaciones que los pasearon por el voto a Alfonsín, a Rodríguez Saá, De la Rúa, la tensión entre Bordón y Menem y hasta dándole algunas de sus mejores alegrías a Ricardo López Murphy.