Ahora quería meterle unos minutitos, pedir unos minutitos para hablar de otro tema, porque estamos hablando mucho de lo mismo. Y a ver, tengamos en cuenta que se está realizando una negociación de la cual no tenemos fuente directa, simplemente nos informamos a través de intermediarios de la noticia que son los medios nacionales, algunos voceros locales, fundamentalmente algunos dirigentes del peronismo que se atreven a hablar de la cuestión, pero también lo miran de lejos, muy pendientes de lo que pasa en San José 1111, que es ahí es el balcón detrás del cual vive bajo prisión domiciliaria la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. ¿Por qué digo esto? Por que hay una negociación ¿Se acuerdan que le bajaron a mi ley dos sugeridos por él para la Corte de Justicia de la Nación? Bueno, hay que nombrar ministros para la corte porque está está flaca la Corte de la Nación. Le faltan miembros, le faltan integrantes y sobre todo faltan mujeres.
Se habla mucho y suena y cuando el río suena es porque algo trae de que hay una cosita ahí con Cristina para postular a Anabel Fernández Sagasti como ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Bueno, y aquí viene algo, ¿no? Una de cal y una de arena. Primero y principal tengo que decirles que no se sorprendan. Ningún juez nace de un repollo, no sale de un repollo y llega a la corte sin haber sido de ningún partido. Impolutos, neutrales. Todos los que han pasado por la corte vienen de la política. Vienen de la política. Ahora sí hay que decir que Anabel Fernández Sagasti va a llevar el bombo a la corte porque es una militante, un cuadro, tal vez uno de los cuadros mejor formados del kirchnerismo, fundamentalmente de la Cámpora. No se puede decir que Sagasti sea peronista. Sus papás sí eran peronistas, pero ella es más bien de un sector más centrado en otra perspectiva muy diferente a la del peronismo clásico.
Cristina Fernández de Kirchner no es la dueña de Sagasti, pero sí es la principal referente. Sagasti no hace nada sin preguntarle a Cristina y Sagasti va a ser ministra de la corte. Va a ser raro, ¿no? No sé. Me me suena raro que Sagasti vaya a integrar la Corte de Justicia de la Nación. Tiene todo el derecho del mundo. Lo tiene. Es ilegal. No, no es ilegal. Tiene que pasar por todos los filtros, por los que intentaron pasar y no lo hicieron los propuestos por el presidente de Milei. Y sí, es raro que Milei proponga a Sagasti y sería rarísimo, ¿no? Raro.
Y lo otro es esto. Hay personas con ideas políticas que llegan a cargos judiciales, les diría un 99%. Ya lo dije antes, ninguno ha salido de un repollo, ni radicales, ni peronistas, ni ganszos, todos han venido de algún partido político. Pero, ¿saben qué? Hay mujeres partidarias con iguales ideas, por ejemplo, en lo social que Sagasti, pero que tienen un antecedente de jurista, una, ¿cómo decirle? Un señority, eh, más vinculado a lo judicial que a lo político. Les puedo mencionar una mendocina, si quieren, les puedo mencionar a Aída Kemelmajer de Carlucci, piensa muy parecido a Sagasti. Fue convocada por Cristina Fernández Kirchner para modificar el Código Civil y Comercial. Es una eminencia, por ejemplo, ¿no? Pero claro, no va con el bombo a la corte, va con todo el bagaje jurídico.
Sagasti, ¿qué tiene como bagaje jurídico? Nada, no tiene bagaje jurídico. Es un acuerdo político y por eso suena muy raro y por eso está tan calladita últimamente. Notarán que está medio borrada. Bueno, con nosotros no ha querido hablar nunca, pero de alguna manera eso se está cocinando detrás del poder. A cambio de qué, por qué, para qué, no lo sabemos. Ahora, y si es una buena ministra de justicia de la corte de la nación, tampoco lo sabemos. No podemos decir que no lo va a hacer. Sí es raro, si es raro que vaya una militante política de bombo, de barricada, de palabras fuertes, de no tolerar al que piensa diferente, sino más bien de pelearlo, a ser un integrante del máximo Tribunal de Justicia de la Nación.
¿Será verdad? ¿Será mentira esa especulación? ¿Se está negociando? ¿No está cerrado? Ya lo veremos en los próximos días.
