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jueves, diciembre 4, 2025

Política en Mendoza: ¿Lo viejo funciona y «lo nuevo» está bajo sospecha?

No todo lo que brilla es oro, ni lo usado es descartable, pero si puede reciclarse para ser más útil. La experiencia mendocina.

Los que se han presentado en política como «lo nuevo» en Mendoza han terminado chupados por el peronismo, generalmente. Con ello, se cae la idea de novedad, que la gente compra y vuelve a comprar reiteradamente en la góndola de las ofertas electorales, sin aprender la lección del chasco anterior, o tal vez lo haga a propósito: que prefiera votar a una fuerza que no está de moda, pero que le dé verguenza hacerlo en forma directa, y por ello busque atajos.

Pasó con casi todas las presuntas opciones de «lo nuevo», como Daniel Esaín, Ricardo Puga, la propuesta de Aldo Giordano, hasta el FIT que comulga junto al kirchnerismo, Protectora de José Luis Ramón… y podrían seguir las menciones.

En este contexto vale preguntarse si no hay que poner sobre la mesa dos fuerzas reales, con trasfondo e historia (buena o mala, como la perciba cada uno) que son la UCR y el peronismo. La primera con 6 gobiernos y la segunda, con 5, contados desde 1983.

Lo viejo cansa. El desgaste corrompe. El aburrimiento de los protagonistas los vuelve inútiles en la gestión pública o autoritarios y soberbios, capaces de cualquier cosa. ¡Cualquier cosa!, si no se está atentos y se controla.

Eso está pasando ahora: hay gente que se vende como «lo nuevo» y están los de siempre, en la UCR y el PJ.

¿Qué les queda a estos últimos? Primero que nada, darse cuenta de la llegada de la decrepitud para aplicar terapia de rejuvenecimiento: correr a los que ya no tienen ganas de pensar ni actuar, y solo están por los privilegios: el salario y el acceso a muchos beneficios, casi solo por pertenecer. Se puede hacer: son los que acreditan experiencia, pero las herramientas van cambiando, y hay que adquirir un kit nuevo, cada tanto.

En cuanto al espejismo de «lo nuevo», hay que animarse a proyectar su futuro. ¿Alguien tiene alguna duda de que, de ser electo diputado nacional, Jorge Difonso, por citar solo un ejemplo, se cuadrará a un bloque con el peronismo de Sergio Massa? Con Mario Vadillo, de personalidad más compleja y aliado con excornejistas de Libres del Sur, es más difícil adivinarlo. Y no hay más opciones, francamente, porque todo indica que entrarán 3 de LLA más Cambia Mendoza y 1 peronista y uno de «lo nuevo», o bien, si es verdad que la gente está buscando «ponerle un freno a Milei», 3 oficialistas (un libertario de último momento, una radical atornillada y un demarchista) y 2 peronistas, y entre estos últimos, uno del grupo de los intendentes y otra, de La Cámpora, que seguirán caminos distintos en el Congreso.

Entonces, hay tarea por hacer. No lo va a impulsar «la gente», que demasiado tiene con intentar vivir el día a día, sino los protagonistas de la política, sus profesionales.

El domingo, en La Picada de Memo se habló del tema y sobre qué deberían hacer:

1- Darse cuenta. Los desgastados tienen que reinventarse y limpiarse, en vez de aburrirse en sus cargos y dejarse caer.

2- Aprovechar. Los opositores tienen la oportunidad de dejar de ser tales y verse como potencial oficialismo, pero para que la gente también los vea así, tienen que generar alternativa y no ganar por descarte.

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