En diálogo con el programa “Tenés que Saberlo”, que se emite de lunes a viernes por Radio Post, la periodista y escritora Norma Morandini analizó la situación actual de la Argentina, la vigencia de la democracia y las tensiones en torno a la libertad de expresión.
Morandini, de extensa trayectoria en el periodismo y en la política, recordó que el país atraviesa “un momento raro, quizás de transición”, marcado por decisiones judiciales que evocan prácticas del pasado. “En 40 años de democracia me impresiona cómo tenemos semejante confusión en relación a los principios sobre los que se construye el edificio democrático”, afirmó.
La exsenadora enfatizó que la libertad de expresión es un derecho fundamental de la sociedad y no un privilegio de los periodistas. “Es la madre de todas las libertades, porque garantiza que la gente pueda estar informada. No puede haber censura previa; lo que existe es la responsabilidad ulterior. Usted puede decir lo que quiera, pero debe hacerse cargo de las consecuencias”, explicó.
En ese sentido, recordó antecedentes judiciales como el caso del periodista Eduardo Kimel, que terminó con un fallo de la OEA y la derogación de figuras legales como la calumnia e injuria. Sin embargo, advirtió que todavía persisten prácticas preocupantes, como el espionaje interno o el allanamiento a periodistas, que atentan contra la confianza ciudadana.
Morandini también expresó preocupación por la degradación del debate político y la falta de formación cívica. “El Congreso se ha vuelto un talk show. Lo triste es ver cómo después de tantos años de democracia se empiezan a desaprender los aprendizajes más básicos”, señaló.
Para la periodista, la educación democrática fue postergada y en muchos casos reemplazada por adoctrinamiento. “Los jóvenes debieron ser educados como hijos de la democracia y no como nietos de la dictadura”, sostuvo.
Además, advirtió sobre la creciente desconfianza de la sociedad hacia las instituciones: “Si usted duda de lo que está leyendo, si no puede confiar en las autoridades y recibe descalificaciones desde la máxima investidura, se rompe la confianza que sostiene la convivencia”.
Al ser consultada sobre la polarización actual, Morandini rechazó los sectarismos políticos. “No puede haber ismos. El mileísmo o el kirchnerismo son expresiones de sectarismo. La democracia es plural y diversa: convivimos todos siempre que respetemos la ley”.
Pese al diagnóstico crítico, Morandini se mostró optimista respecto del futuro: “Siempre creo en el ser humano. Argentina debe dejar de girar sobre sí misma y consolidar lo que no puede ser pendular: la Constitución, que es igual para todos. La democracia no es solo votar, es también respetar la división de poderes y garantizar los derechos”.
Finalmente, dejó una advertencia frente a las recientes decisiones judiciales que buscan limitar la difusión de información: “Perturba que un juez sospechado de abusos dicte una medida de censura previa. El periodismo solo tiene su credibilidad, y es la ciudadanía la que decide a quién creerle”.
