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jueves, diciembre 4, 2025

Nada por Cecilia, mucho por De Vido: el peronismo perdió la sintonía

El peronismo tiene la oportunidad de reconciliarse con toda la sociedad argentina, salir del cubículo de su sesgo de confirmación, romper las «lealtades malas» y ser leales a una historia del país en la que no solo estén vinculados a los condenados por la comisión de delitos.

La persecución de la que muchos de sus dirigentes dicen sufrir no es política, es por haber cometido delitos comunes. No siempre se es víctima cuando la Justicia los condena o se es privado de la libertad, tal como impera en su mensaje: en el caso de los recientes condenados Cristina Kirchner, Julio De Vido y Emerenciano Sena pasa por otro lado y la sociedad no es necia: ha seguido los procesos.

En ese punto, hay que señalar el grave quiebre con los sentimientos de la sociedad que produce que el peronismo argentino esté generando una ola de solidaridad con el condenado De Vido y que no haya pronunciado palabra alguna en contra del Clan Sena en el Chaco. ¿Por qué juntar ambos casos? Puede que resulte antojadizo, para forzar el contraste. Pero las condenas ocurrieron casi en simultaneo y hay un gran desnivel en la repercusión del «dolor» ante una situación y la otra.

El asesino Sena y su ¿protector o protegido? Milton Coqui Capitanich.
El asesino Sena y su ¿protector o protegido? Milton Coqui Capitanich.

Emerenciano Sena, César Sena y Marcela Acuña fueron encontrados culpables de la muerte de Cecilia Strzyzowski y serán, seguramente, condenados a prisión perpetua. Eran parte de la maquinaria político social de «Coqui» Capitanich y así lo cantó la multitud que fue a los tribunales a seguir el veredicto del jurado popular, al reconocer los lazos públicos y notorios entre los Sena, su «Movimiento Socialista» y el Partido Justicialista del Chaco.

No hay un solo comunicado en acompañamiento a la verdadera víctima, Cecilia, sobre cuyos detalles de asesinato y ocultamiento de los restos resultaría más que escabroso hablar y chocan de lleno con los lloriqueos que decenas de organizaciones sindicales, colectivos de legisladores, periodistas afines hacen circular como pan caliente sobre las «condiciones de detención de Julio De Vido», a quien canonizan ya como un «mártir del pueblo», aun sabiendo que no lo es.

«Nada por Cecilia, mucho por De Vido», es un dato no menor para que el peronismo se dé cuenta de que está en un momento bisagra de su historia, en donde tienen la opción de volver «al pueblo», purgando sus culpas, reconociéndolas fuera del contrato social o bien, seguir encriptándose en el sectarismo de encubrir los hechos delictuales de sus protagonistas del tiempo más reciente en el ejercicio del poder, con un falso maquillaje revolucionario que nadie más que ellos ven.

Es probable que De Vido merezca mejores condiciones de detención, por qué negarlo. Pero el asesinato de Cecilia Stryzowski reclama un mea culpa del entorno político de quienes encumbraron y protegieron a sus asesinos.

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