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jueves, diciembre 4, 2025

Gestión municipal bajo la lupa: el vecino como brújula y el intendente como ejecutor

En Godoy Cruz, una encuesta de la consultora Sociolítica reveló cómo los ciudadanos imponen la agenda de gestión municipal. La demanda crece a medida que se cumplen expectativas, y el intendente debe decidir entre microgestión y planificación estructural. Entrevista con Roberto Stahringer, director de Sociolítica, en el programa «Tenés que Saberlo» que se emite por Radio Post 92.1 de lunes a viernes de 7 a 10 hs.

Una nueva encuesta realizada en el departamento de Godoy Cruz expone una tendencia que ya se observa en varios municipios del país: el vecino no solo evalúa, sino que define el rumbo de la gestión local. El estudio, elaborado por la consultora Sociolítica, muestra que los gobiernos municipales se enfrentan a un nuevo paradigma: a medida que resuelven los problemas básicos, surgen nuevas demandas, más complejas y diversas.

Roberto Stahringer, titular de la consultora, explicó que el estudio deja en evidencia cómo los municipios han logrado cumplir con lo esencial —calles limpias, iluminación, poda, recolección— pero que, lejos de alcanzar una “zona de confort”, eso dispara una segunda ola de reclamos: más espacios verdes, seguridad, empleo y atención sanitaria. “Cuando ya está todo, la gente pide más”, sintetizó.

Godoy Cruz ha logrado construir un modelo de gestión que trasciende a los nombres propios. Desde César Biffi hasta el actual intendente Diego Costarelli, pasando por Alfredo Cornejo y Tadeo García Zalazar, los gobiernos locales han respondido a un patrón de eficiencia sostenido por la demanda ciudadana. “No hay espacio para las ocurrencias ni para la improvisación”, remarcó Stahringer.

En ese sentido, destacó dos perfiles de intendentes: los que buscan gerenciar la ciudad, como Marcos Calvente, y aquellos que apuestan a una presencia territorial fuerte, como Matías Stevanato. Ambos modelos, sin embargo, deben alinearse con las expectativas del vecino, que ya no se conforma con discursos sino que exige resultados tangibles y cercanía real.

Uno de los datos más reveladores del informe es el que apunta a la seguridad como principal preocupación. El 40% de los vecinos de Godoy Cruz la señala como el principal problema, pero al mismo tiempo, más del 35% la elige como razón por la cual se siente cómodo en su barrio. “Hay una contradicción aparente, pero en realidad se trata de una reafirmación de valores: la seguridad es el núcleo del entorno ideal”, explicó Stahringer.

Además, el estudio revela que el 92% de los vecinos cree que el intendente debe involucrarse en temas de seguridad, aunque no sea competencia exclusiva del municipio. Algo similar ocurre con la salud pública, donde muchos centros de salud municipales superan en atención y calidad a los provinciales, recibiendo pacientes de otros departamentos. Pero esos logros rara vez se traducen en votos.

Otro hallazgo preocupante: el 75% de los ciudadanos no sabe qué función cumple un concejal. Este desconocimiento refuerza el descrédito hacia los Concejos Deliberantes, considerados espacios de “rosca política” más que de representación vecinal. Stahringer planteó la necesidad urgente de reformarlos o refuncionalizarlos para evitar que queden fuera de juego en una época donde la ciudadanía pide más control, más acción y menos burocracia.

“Si hoy se propusiera un plebiscito para eliminarlos, pocos se opondrían”, sentenció el consultor, quien sugiere modernizar estos cuerpos, reducirlos y apoyarlos con herramientas tecnológicas como encuestas y aplicaciones para captar y procesar mejor las demandas sociales.

El nuevo escenario obliga a los intendentes a moverse con habilidad entre lo micro y lo macro. La cercanía es clave: caminar los barrios, conocer los problemas, estar presente. Pero sin equipo técnico sólido, los gobiernos locales corren el riesgo de convertirse en improvisados gestores de urgencias. “Un buen gabinete hoy vale más que oro”, afirmó Stahringer.

El problema salarial también es un escollo: la mayoría de los funcionarios municipales cobra menos que la canasta básica, lo que dificulta atraer talento profesional. “Queremos funcionarios eficientes, pero no aceptamos pagarles como corresponde. Es una contradicción social profunda”, advirtió.

El estudio también anticipa una preocupante tendencia: entre el 35% y 40% del electorado no irá a votar en las próximas elecciones municipales. Este fenómeno no responde tanto a una migración de votos hacia la oposición, sino a un desencanto con la política en general. “La gente ya no ve en las urnas una vía para cambiar las cosas. Le exige al que está, pero no quiere conocer al que podría venir”, concluyó Stahringer.

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