Reflexionamos en torno a lo que estamos viviendo, en el móvil con Julián Chaver, y la situación de los jubilados que no reciben respuesta del PAMI.
El PAMI no está dando las respuestas que los jubilados están pidiendo. Y no están pidiendo nada de más. No están pidiendo que les regalen nada extra. Están pidiendo lo que les corresponde, lo que les dijeron que les iban a dar, y de la manera en que se los iban a dar.
La implementación no funciona, no sirve. El titular del PAMI, David Litvinchuk, no da la cara. No nos importa si no quiere dar una entrevista a la prensa. Nos importa que no esté dando la respuesta que la gente necesita.
Y acá entra en juego algo más profundo, porque parecería que cargamos las tintas solamente sobre quien gobierna. Pero ¿y el resto de la política? ¿Dónde está?
Estamos solos en esto.
¿Por qué los radicales no le dicen nada a Litvinchuk? ¿Por qué no quieren quedar mal con Milei? Están tratando de arreglar con el presidente porque van en la misma lista en las elecciones de octubre. El 26 de octubre se vota, ¿no?
Entonces, no dicen nada. No hay nadie de la Unión Cívica Radical o de Cambia Mendoza que salga a defender a los jubilados.
¿Y saben por qué los peronistas tampoco dicen nada?
Primero, porque están divididos en tres, están peleando entre ellos, ni siquiera pueden hacer una lista única. Hay sectores a los que ni siquiera invitan a las reuniones.
Pero hay otra cuestión más grave: peronistas de todos los sectores internos en Mendoza siguen con cargos en el PAMI, en la ANSES y en todos los organismos públicos. Los corrieron un pasito para atrás, pusieron al frente a la gente de Milei, pero ellos siguen cobrando sueldazos del gobierno nacional. Por eso están «musarelas», no dicen una palabra de lo que pasa en el PAMI.
¿Y el PRO? ¿El Partido Demócrata? ¿Y todos los demás dirigentes políticos de Mendoza?
Están todos esperando que La Libertad Avanza los invite a ser parte de un frente electoral para renovar una banca o conseguir la que siempre desearon. ¿Para qué? No se sabe. Mucha gente que llega a una banca después no la usa, no va a las sesiones, se toma vacaciones, se toma licencias.
Los que son legisladores provinciales actúan como concejales, porque tienen expectativas centradas en determinado municipio. Entonces gastan recursos del Estado en su propia campaña permanente, haciendo videítos y «cositas», ¿no?
Bueno… ¿dónde está la política de Mendoza?
Esa de la que siempre nos enorgullecimos, esa que decíamos “Mendoza es distinta”, “Mendoza no es como la Nación”, “Mendoza no es como las provincias vecinas”, “Mendoza no es como las del norte”.
Ojo, no vaya a ser cosa que los partidos políticos se hayan transformado en un loop eterno, que siempre lleva a los mismos candidatos, rotando: hoy acá, mañana allá, pasado en otro lado. Una rueda donde siempre van las mismas personas de candidatos.
Y cuando pasan cosas graves que afectan a personas de carne y hueso, como los jubilados… no hay nadie que diga: “Esta boca es mía”.
No están.
Nadie los acompaña. Nadie reclama. Nadie dice nada. Nadie gestiona nada ante el gobierno nacional.
¿Por qué?
Porque no hay que molestar a Milei, no sea cosa que se enoje.

