La reciente condena a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner ha provocado un terremoto político y social en la Argentina. En medio de la polarización extrema que atraviesa el país, dos voces especializadas –el analista político Ezequiel Parolari y el historiador Pablo Lacoste– ofrecieron un análisis profundo y complementario sobre las implicancias institucionales, sociales y regionales del fallo judicial.
Justicia o persecución: el análisis de Ezequiel Parolari
Desde una postura académica, neutral y basada en una mirada continental, el consultor político Ezequiel Parolari –quien ha trabajado con presidentes de toda América Latina– destacó que el caso de Cristina Kirchner se inscribe en un fenómeno regional más amplio: el uso político de la justicia en contextos de alta polarización.
“Cristina representa un símbolo dividido. Para muchos es inocente, para otros, una corrupta con seis años de prisión bien merecidos. El problema no es solo judicial, es la incapacidad de la política para resolver sus conflictos en la arena democrática”, explicó Parolari.
Comparó lo ocurrido con el caso de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, donde el uso de la justicia con fines políticos terminó provocando una absolución por parcialidad judicial. En ese contexto, advirtió que “cuando la institucionalidad pierde legitimidad, la democracia se debilita peligrosamente”.
Además, Parolari subrayó una tendencia alarmante reflejada en el informe de Latinobarómetro: el 35% de los latinoamericanos aceptaría un gobierno autoritario si resuelve sus problemas. En ese marco, la fragilidad de las instituciones argentinas es vista como una señal de alarma.
“Cuando la política fracasa, la justicia se convierte en el campo de batalla. Pero eso no resuelve los problemas: los agrava”, concluyó.
“Nunca Más” a la impunidad: la perspectiva histórica de Pablo Lacoste
Desde Chile, el historiador mendocino Pablo Lacoste trazó un paralelismo entre el juicio a Cristina Kirchner y el histórico juicio a las Juntas Militares en 1985, al que calificó como el primer gran paso para eliminar “una nube tóxica” de la Argentina: el autoritarismo militar.
“Hoy estamos eliminando otra nube tóxica: la impunidad de los poderosos. Esta condena no solo es un fallo judicial, es un mensaje claro a todos los dirigentes, del pasado y del presente”, dijo Lacoste, haciendo hincapié en el valor institucional del proceso.
Para el académico, la Argentina sufrió durante décadas por tres grandes males: el autoritarismo, la corrupción y la inflación descontrolada. Y consideró que este momento marca un antes y un después en el combate contra la impunidad política.
Lacoste también citó ejemplos de países como Chile, donde la institucionalidad y el respeto a las leyes han permitido reducir la pobreza al 8%. “Acá en Argentina todo el mundo intenta ir por la izquierda de la ley, por la trampa. Y así no se construye un país”, remarcó.
¿Una oportunidad para el peronismo?
Ambos analistas coincidieron en que este fallo judicial podría ser una oportunidad para el peronismo de renovarse. Lacoste recordó cómo, tras los años oscuros de los ’80, el partido logró reinventarse con figuras como Bordón y La Falla. Y sugirió que hoy podría repetirse ese proceso, dejando atrás liderazgos tóxicos y estructuras vinculadas a la corrupción.
El mensaje para todos los líderes políticos
Tanto Parolari como Lacoste coincidieron en un punto clave: la justicia no es selectiva, y lo que hoy le ocurre a una expresidenta, mañana le puede ocurrir a cualquier otro dirigente, incluso del oficialismo actual.
“Cristina llegó al poder con el 54% de los votos. Hoy está condenada. El poder no es eterno, es un servicio transitorio que debe ejercerse con responsabilidad”, sentenció Lacoste.
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