En el programa Tenés que Saberlo (Radio Post), el periodista argentino radicado en Nueva York, Mauricio Zabalza, trazó un perfil de Charlie Kirk, el activista conservador estadounidense asesinado recientemente durante un debate en vivo, un hecho que generó conmoción en la política internacional y abrió un fuerte debate en torno a su figura.
El crimen tuvo tal impacto que incluso el presidente argentino Javier Milei le rindió homenaje en una conferencia del sector conservador realizada en España. Sin embargo, su figura divide aguas: mientras sus seguidores lo elevan a símbolo de la derecha global, sectores progresistas lo rechazan por sus posturas extremas.
“Kirk era un teórico del conservadurismo, con una enorme capacidad para el debate”, explicó Zabalza. Sus intervenciones públicas eran directas, desafiantes y transmitidas muchas veces en carpas itinerantes con el lema ‘Pruébame si estoy equivocado’. “Confrontaba con rapidez y dejaba sin argumentos a sus adversarios. Tenía un talento tremendo para la discusión, algo que en Estados Unidos se cultiva mucho en escuelas y universidades”, detalló.
Uno de sus caballos de batalla era la defensa del derecho a portar armas. Para Kirk, incluso las muertes por tiroteos masivos eran un “precio a pagar” por preservar la Segunda Enmienda. Su postura, expresada después de la masacre escolar de Nashville, desató críticas feroces: “Eso muestra lo que pasa cuando se defiende un dogma, sin importar el contexto”, opinó Zabalza.
Kirk también se destacaba por su prédica religiosa, muy cercana al cristianismo evangélico blanco, y por declaraciones abiertamente racistas. “Llegó a decir que si subía a un avión y veía que el piloto era negro, no se subía porque no tenían capacidad intelectual para manejar”, recordó el periodista.
Asimismo, fue un férreo defensor de la teoría del “gran reemplazo”, la idea conspirativa de que las minorías inmigrantes buscan desplazar a la población blanca. Esto lo convirtió en un ícono de sectores radicalizados, pero también en blanco de repudio de la comunidad afroamericana e hispana.
Su funeral, previsto en un estadio de Arizona con capacidad para 60.000 personas, promete ser un acto de fuerza política. “Lo van a convertir en un mito, un símbolo contrario a Martin Luther King, como ya insinuó el diario conservador italiano Il Tempo”, señaló Zabalza.
Para Donald Trump, Kirk representaba “el ejemplo de juventud” que debía seguir la nueva generación conservadora.
Más allá del caso puntual, Zabalza advirtió que la violencia política en Estados Unidos está en aumento. “Intentaron secuestrar a la gobernadora de Michigan, atacaron la casa del juez Kavanaugh, golpearon al marido de Nancy Pelosi, quisieron matar a Trump. Esto está escalando y no sabemos hasta dónde puede llegar”, alertó.
El asesinato de Kirk, concluyó, se inscribe en ese clima de confrontación creciente que marca la política norteamericana. “Nadie merece morir por sus ideas. Pero la provocación constante y la polarización extrema abren un escenario muy peligroso”.
