Esta semana hemos tenido otra audiencia pública en materia de minería, en donde se evidencia, realmente con eficacia, con fuerza y con protagonismo de la gente, la transparencia de la situación.
Se pone en marcha una audiencia pública donde está invitado todo el mundo: los que están a favor y los que están en contra de un proyecto, y la gente se manifiesta.
En esa manifestación también se puede concluir, primero, que los que están en contra —ya sea por razones ideológicas, prácticas, ambientales, religiosas, de enojos personales o por lo que sea— pueden expresarse y decir lo que piensan.
Y los que están a favor —por lo que fuere: porque esperan tener trabajo, mejorar el nivel de ingresos, porque creen que está bien extraerle a la tierra todo lo que nos ofrece, porque piensan que no hay otra forma de sobrevivir si no es a través de la economía, o porque son partidarios de la minería en general, también por razones ideológicas—, se expresan con libertad.
Todo esto ocurre de manera transparente.
En todas las audiencias públicas está surgiendo un gran apoyo de la gente a que haya actividad minera en Mendoza.
Esto no es de ahora, esto es de siempre.
Lo que pasa es que antes se escuchaba con más fuerza a veces a los que se oponían, y también —hay que decirlo— los medios de comunicación nos hemos equivocado, y los políticos han sido muy «cagones», por decirlo en francés.
Siempre hubo respaldo de la sociedad a que Mendoza tenga más actividades productivas.
Recién lo decía un oyente: hay que ampliar la matriz productiva, que haya otras actividades que generen ingresos para Mendoza, para que el promedio de los salarios se eleve.
Hoy por hoy, Mendoza tiene de los salarios más bajos de la Argentina.
Ustedes y nosotros lo sabemos: cobramos muy poco.
Y la verdad es que Mendoza hace un esfuerzo muy grande por ser una provincia que tiene empleo real, empleo privado y, en lo posible, registrado.
Acá no todo el mundo es empleado del Estado: hay muchas empresas trabajando, y por lo tanto, la minería vendría a aportar.
Ahora bien, estamos hablando de una mina de talco; no estamos hablando de sacar cosas radioactivas ni de que salga cianuro por las canillas, como decían los imbéciles que hicieron retrasar muchísimo tiempo a Mendoza solo por creencias místicas, religiosas, fantasmagóricas o por interés político.
Hay gente que consiguió bancas en la Legislatura hablando macanas y metiendo miedo.
Hay gente que ganó elecciones por no hacer nada, quedándose en la reposera viendo cómo pasaba el tiempo.
Pero nuestros chicos crecen, necesitan tener trabajo.
Por lo tanto, quiero destacar esto: transparencia, control, libre expresión y que exorcicemos los fantasmas del miedo.
En todo el mundo hay minería.
En los países más desarrollados hay minería: en Chile convive con la producción agropecuaria, en Canadá, en Australia, en Europa.
En Europa no hay muchos minerales, pero donde los hay, la minería convive con el resto de las actividades.
Creo que ya no hace falta que sigamos discutiendo esto.
Quiero destacar que la minería tiene un 80% de respaldo en la sociedad.
¿Les parece poco?
Hay que avanzar de una vez por todas.
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