Vamos a dedicar unos minutos para reflexionar sobre un tema importante que quiero que recuerden a futuro. El clima en las redes sociales está enrarecido, y esto es algo que no podemos ignorar. Hoy, las redes son consideradas el principal medio de comunicación por parte del gobierno nacional, y muchas personas las toman como referencia. Es decir, si bien en redes como Facebook, Instagram o TikTok se puede encontrar tanto verdades como mentiras, hay mucha gente que les da crédito simplemente porque «salió en las redes», como antes se decía «salió en la televisión».
¿Por qué es importante estar atentos? Porque el ambiente de discusión en redes se está deteriorando. Hay demasiadas agresiones, insultos y respuestas a esos insultos, lo que genera una gran apuesta a la confusión. Les pido que se mantengan despiertos, que busquen la sustancia de los temas y no se queden con la espuma superficial de las discusiones.
Parece que estamos asistiendo a un acuerdo entre extremismos que, al sumarse, no dejan nada. Es decir, dos posiciones extremas que se anulan entre sí y no generan nada productivo. Estamos a las puertas de un año electoral, y es preocupante que los ataques entre bandos extremos terminen condicionando la decisión de los votantes. Los energúmenos no tienen argumentos, y en la discusión pública de hoy es muy difícil encontrar espacio para el debate profundo y fundamentado.
En las redes sociales, parece haber un pacto entre kirchneristas y libertarios para anular cualquier opinión moderada que busque puntos en común. Si observan con atención, verán que Cristina Kirchner y Javier Milei protagonizan una pelea de extremos. Se critican, se maltratan, pero más abajo, ¿han visto a kirchneristas criticando a Milei? No. A nivel local, como en Mendoza, las críticas se diluyen, y en muchos casos los segundos puestos en cargos clave son ocupados por gente que estaba antes, bajo un gobierno diferente.
Es evidente que hay un pacto de no agresión entre estos dos extremos, que buscan eliminar cualquier otra opinión que no provenga de sus filas. Sin embargo, la realidad no es blanco o negro. Existen muchas más opiniones, muchas más soluciones a los problemas que no pasan por el insulto o la anulación del otro.
Los invito a despabilarse y a buscar esas voces intermedias, aquellas que pueden aportar verdadero contenido y soluciones a los debates que enfrentamos.