Milei nutre una agenda estadounidense justo antes de viajar a Washington

Gabriel Conte
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Soy Gabriel Conte, periodista. Fundé el diario Memo (memo.com.ar) en 2019. Creé y dirigí en los años ’90 la hoja de cultura El Comunero. Fui director de la revista Mendosat y durante 12 años trabajé como periodista, subdirector y luego director del portal MDZ, además de ser director de MDZ Radio. Mis primeros pasos en el periodismo los di en LV10 Radio de Cuyo. Mi programa «Tormenta de ideas» entrevistó a unos 30 mandatarios y expresidentes, premios Nobel y figuras destacadas del mundo, por Radio Nihuil. He colaborado con medios de Argentina y el extranjero.

El presidente Milei se reunirá en Buenos Aires con el gobierno estadounidense, y el Washington hará actividad ideológica internacional. La agenda que rodea ese momento.

Al presidente Javier Milei le está resultando más fácil redondear sus reuniones internacionales que conseguir consensuar medidas con las provincias que constituyen el país. Ya está desplegando una fuerte agenda previa y preparando las con repercusiones mundiales por su viaje del próximo viernes a Estados Unidos.

En el exterior, como se pudo ver en Suiza, Israel o Italia, el factor ideológico resulta novedoso. Es el primer presidente totalmente libertario del mundo. Y a pesar de sus simpatías con Donald Trump, este es parte de «la casta» del Partido Republicano, con todo lo que representa, aun así, de outsider.

Dentro del país todo es más difícil. Aquí, no le basta con hablar, tratar de «ratas» a los miembros del Congreso o prometer más sufrimiento a la sociedad, en su tarea por intentar imponer los criterios que posee en torno a cómo gobernar y al Estado, por lo que se lo votó.

Con respecto al impulso estadounidense, se reunió con un emblemático senador, Marco Rubio. El republicano representa más que a la derecha norteamericana, ya que es un símbolo de enfrentamiento a Cristina Kirchner y el kirchnerismo.

Rubio, se llevó una taza firmada por Milei con la frase «No hay plata» como souvenir, y se mostró como un lobista en favor del nuevo gobierno argentino y de la nueva realidad que representa. «EEUU y Argentina deben seguir fortaleciendo nuestra relación bilateral y trabajar juntos para promover tanto la seguridad como la estabilidad en nuestra región», dijo el propio Rubio. Aquí los medios le dieron poca repercusión, en medio de la vorágine de la agenda local, pero para EEUU representa abrir puertas de par en par para el mandatario argentino en las áreas ideológicamente afines, que son amplias y que están insuflándole respaldo a un nuevo posible mandato de Trump.

Eso dijo en términos formales.

En su rol más ideológico, Rubio fue más fuerte, muy cercano al estilo de Milei. Posteó: «Gran reunión de hoy con Javier Milei, un fuerte aliado de Estados Unidos con un plan audaz para salvar Argentina de un siglo de políticas socialistas desastrosas. ¡Deberíamos ayudarlo a tener éxito!».

En los prolegómenos del viaje de Milei, la semana pasada estuvo en Buenos Aires el secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Brian Nichols. En simultáneo, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse realizó una misión oficial a Washington.

Ahora, mientras Diana Mondino esté en la cumbre del G20 en Rio de Janeiro, en donde se reunirá con el canciller británico David Cameron, el secretario de Estado (también canciller) del gobierno del demócrata Joe Biden intentará contener al propio Milei visitando Buenos Aires. Se trata de Antony Blinken, quien aprovechará la cercanía con la ciudad carioca para volar a Buenos Aires.

Su presencia sorprende. Pocas veces antes un gobierno de EEUU, menos aun siendo «progresista», visitó a un gobierno asumido hace solo 70 días, como poco para evaluarlo.

El Departamento de Estado norteamericano dijo que Blinken y Milei abordarán «temas bilaterales y globales, incluido el crecimiento económico sostenible, nuestro compromiso compartido con los derechos humanos y la gobernanza democrática, los minerales críticos y la mejora del comercio y la inversión que beneficia a ambos países».

El «cotillón» ideológico que sostiene a Milei seguirá en Washington. El mismo día en que Blinken visite Buenos Aires, Milei volará a EEUU. Allí participará de la Conferencia de la Acción Política Conservadora, en donde se congregarán referentes de la derecha de Estados Unidos, entre ellos Donald Trump y el referente de la ultraderecha española de VOXSantiago Abascal. El mandatario argentino, quien irá acompañado por su hermana Karina aunque podría acompañarloPatricia Bullrich y el embajador Gerardo Werthein. La actual ministra de Seguridad goza de contactos mucho más antiguos y permanentes que Milei en la derecha internacional, en donde se la conoce y hasta se le apoyó en su candidatura presidencial, por lo que más allá del protagonismo propio del libertario, detrás está el back ground de «La Piba».

No habrá encuentros gubernamentales allá y el sábado volverán (o ya no tendrán más agenda allí, por lo menos, salvo comprar imanes de recuerdo). Todo será sembrar para que el trumphismo sea el que dé los frutos esperados.