Milei, como un seductor impotente

Gabriel Conte
Gabriel Contehttps://gabrielconte.com.ar/
Soy Gabriel Conte, periodista. Fundé el diario Memo (memo.com.ar) en 2019. Creé y dirigí en los años ’90 la hoja de cultura El Comunero. Fui director de la revista Mendosat y durante 12 años trabajé como periodista, subdirector y luego director del portal MDZ, además de ser director de MDZ Radio. Mis primeros pasos en el periodismo los di en LV10 Radio de Cuyo. Mi programa «Tormenta de ideas» entrevistó a unos 30 mandatarios y expresidentes, premios Nobel y figuras destacadas del mundo, por Radio Nihuil. He colaborado con medios de Argentina y el extranjero.

El presidente Javier Milei moviliza, pero no consigue la fuerza para actuar. Mientras la oposición cree que lo está doblegando, posiblemente alimente una paradoja: que la gente se enoje con ella y le cure la impotencia al Presidente en las elecciones de medio termino.

Quiere, quiere, pero no puede.

Lo aplauden, le dan fuerzas; lo empujan hacia adelante en las calles. Le gritan vivas y las redes multiplican su imagen.

En el exterior, lo encumbran. Es portada de revistas internacionales (no importa que adentro se le critique o, inclusive, se burlen de muchos de sus caprichos).

Javier Milei es un presidente que seduce, convence pero que, a la hora de actuar, no lo consigue.Está impotente.

Unadisfunción que deviene de no contar, todavía, con los recursos humanos que necesita.Y cuando se dice esto la referencia es amplia: no tiene mayorías legislativas que le aprueben sin negociación previa (u extorsión, como se le quiera llamar) los proyectos emblemáticos de su inicio de gestión. Perotampoco parece haber dado en la teclaa la hora de designar funcionarios capaces de empujar la rueda del Estado, al que detesta y criminaliza, perosi quiere moverlo de allí, necesita de fuerza para sacarlo del medio. Y no logra reunirla.

De allí que los vaivenes presidenciales, que ora lo enaltecen, ora lo derriban al abismo de las consideraciones, parecen demorar todo«para después». ¿Para cuándo?Para cuando gane las elecciones de medio término y no tenga tantos escollos en su camino.

Mileipuede que crea que un «urnazo» lo cure de su impotencia actual, para lo cual corre varios riesgos: que su capacidad de seducción termine por despertarla insatisfacción de los seducidos ante la falta de consumación de su poder, o bien, quellegue al zénit del deseoy consiga que el electorado odie a todos los que le impiden avanzar, premiándolo con un energizante triunfo en 2025 que le permita mover al Congreso.

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