Vamos a reflexionar sobre un tema importante para Mendoza, relacionado con la promoción industrial que surgió en la época de Menem. Durante ese tiempo, se aprobó un decreto que prorrogó de manera indebida los beneficios, y aunque se hizo un acuerdo posterior, Mendoza hoy cuenta con 1.023 millones de dólares disponibles. Esta situación la pone en una posición diferente al resto de las provincias.
Uno de los aspectos que distingue a Mendoza es la cantidad de obras públicas que se están desarrollando. Recordemos que, apenas asumió el presidente Javier Milei, suspendió la obra pública a nivel nacional. Su argumento era que habÃa habido mucho robo y corrupción, especialmente durante la época del «cártel de la obra pública», donde nombres como Lázaro Báez y los testaferros vinculados estaban al frente de la cartelización de obras, las cuales muchas veces ni siquiera se completaban. El Estado pagaba, pero las obras, como rutas o diques, no se realizaban.
El presidente podrÃa haber denunciado y encarcelado a los responsables, pero también continuar con un plan de obra pública. Sin embargo, esto no sucedió. Un ejemplo claro es lo que contó el intendente de Malargüe sobre la falta de avances en la Ruta 40 entre Malargüe y Neuquén. Esa ruta es estratégica, pero no genera suficiente tráfico para implementar un peaje, por lo que sigue sin definirse una solución concreta.
A nivel nacional, se mencionó que algunas obras continuarÃan, como el túnel de Caracoles, que permitirá una mano vehicular hacia Chile, o la variante de Palmira para desviar camiones de la ciudad en su paso hacia Chile. Pero aún falta avanzar en la articulación público-privada para que los privados puedan asumir proyectos y financiarlos con peajes.
Ahora bien, el contraste con Mendoza es claro. Mientras el resto del paÃs ve paralizada la obra pública, en Mendoza se están desarrollando múltiples pequeñas y medianas obras, que son importantes porque generan mucho empleo registrado. Este tipo de trabajo no solo beneficia a quienes lo realizan, sino también al Estado, que recibe los aportes de impuestos.
Además, la obra pública tiene un impacto inmediato en la economÃa local. Donde hay obra pública, hay comercios que prosperan porque los trabajadores consumen en la zona. Esto es clave para el desarrollo regional.