Escritor, periodista, ex Secretario de Cultura de la Nación y ex embajador en la Unesco y Portugal.

Siempre polémico, Jorge Asís habló sin tapujos con MDZ Radio en el programa «Tormenta de ideas». El caso Nisman, del que habló señalando que no quería hablar de «crímenes aunque sean de Estado», sembrando dudas y señalando responsabilidades. Desnudó al peronismo, señaló a Mauricio Macri como quien tiene el traje listo y descarnadamente se refirió al gobierno que se va.Â

La ex esposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, acaba de denunciar que la fiscal Fein está trabajando con la idea de que lo que le pasó a Nisman fue un suicidio. ¿Cómo ve usted una causa que ha seguido de cerca?

– Bueno, yo no comento crímenes. Trato de investigar la cuestión y con respecto a este tema soy bastante cuidadoso ahora porque en realidad, el crimen de Nisman hoy casi parece ser un complemento. Lo que en realidad se discute son otras cosas. Lo que pasa es que conmociona tanto la cuestión que en realidad supera en trascendencia a la información de lo que realmente se produce. A mi, sinceramente, la interna de los criminólogos, de los infectólogos y de tantos especialistas me interesa un poco menos. Y tampoco la interna entre la doctora Arroyo Salgado y Fein.

Lo que queda en superficie es el tema político.

– Lo que pasa es que si el objetivo de Inteligencia fue que se armara un terrible alboroto de manera de que nadie supiera en dónde está parado, verdaderamente lo lograron. Así como el gran desorden que hubo en ese lugar en donde tuvieron más de 20 horas para estar con un muerto absolutamente solo, si el objetivo fue que después nadie entendiera nada y que el departamento del edificio Le Parc se transformara en una romería, lo consiguieron. Y después, yo no comento crímenes porque en realidad no los sigo a diario. Sí sé que allí hay un intento muy notorio del Gobierno de terminar con esto en las próximas semanas. Es más o menos lo que yo contaba en las últimas semanas. El primer paso que fue lo de la Cámara salió. Ahora va a haber una apelación del brillante fiscal Moldes, pero ya se entra en una tonalidad tribunalicia en donde la sociedad prácticamente queda afuera. Solamente queda con su repulsión. Ahora falta que salga la constitucionalidad del acuerdo este trucho que se hizo con Irán y se avanzará en demostrar el suicidio, que me parece que hoy se banalizó tanto todo, que si uno dice que lo mataron, dicen que es antikirchnerista. Y si uno dice que fue suicidio, es oficialista. Me parece que ya se habla de otro tema y la cuestión del crimen se dejó de lado.

Del estupor la sociedad pasó a ser un espectador asqueado Fíjese que la semana pasada hablábamos con Aníbal Fernández y él nos dijo que habla del tema sólo porque los periodistas se lo preguntanÂ

– Yo le digo la verdad: no es porque me lo pregunten los periodistas. Si usted leyó mi portal. Si no tengo algún dato nuevo que aportar –le mentiría si yo le dijera que no investigo la cuestión y que espero la confirmación de algún dato que, por supuesto, como no lo tengo claro, no lo voy a mencionar- pero en realidad, a donde voy de lo que me preguntan es sobre este tema. Yo les digo la verdad: no soy comentarista de crímenes, así sean crímenes de Estado. Sobre todo porque no hay información. Hay mucha más información relativa a los detalles, que hace que la gente no entienda absolutamente nada. Yo no estoy para hablar de los espasmos cadavéricos.

¡Dejémoselo eso a Canaletti!

– ¡Claro! Yo lo que sé, es que estuvieron 20 horas solos con un muerto, que fue lo suficiente como para preparar un escenario y después, el resto está todo hecho como para que cualquier argentino piense “qué desastre que somos” o “somos unos desprolijos” o “no se puede investigar”. En realidad, el objetivo fue que se crea exactamente eso.

Pasemos al ámbito político, porque hay algo muy interesante que ha escrito en su blog y que se refiere a este extraño parecido de los tres candidatos a la presidencia que lideran las encuestas, con alguno mejor posicionado que el otro y un tercero que parece que se va quedando atrás.

– Usted se refiere a mi nota en torno a la “Radicalización del centro”. Es que en realidad, el hecho de hoy usted pueda estar con Macri y salte hacia Massa y de Massa salte hacia Scioli o hacia Macri, significa que más o menos son muchas más las similitudes que las diferencias. Hay muchos casos. Por ejemplo, (Guillermo) Nielsen estaba como asesor económico de Scioli y ahora es candidato a jefe de Gobierno porteño de Massa. Hay toda una cuestión que tioene que ver con “política swinger” que es el hecho del periplo, por ejemplo, de Francisco de Narváez. Jugó con Macri y le ganó a Kirchner, después estuvo mal, se hizo amigo de Scioli, lo deja a su hombre, Ferrari, con Scioli y él salta hacia Massa. Y hoy es el candidato supuestamente más aventajado de aquel que lo expulsó del escenario en 2013. Cuando uno ve todas estas interconexiones, en realidad estamos hablando de tres personas que se parecen mucho y que son de centro, y acá lo que se discuten son personas. No hay proyectos, no hay ideas. Esto venía a cuento del tema Macri, que tanto los radicales que fueron derrotados en Gualeguaychú como los cristinistas, necesitan que Macri sea un elemento de derecha y, de ser posible de una “derecha represiva”. Y yo les digo: “Muchachos, lamento que se defrauden”. Porque por lo que yo conozco, y conozco a los sujetos, el techo de Macri es Rogelio Frigerio, es Arturo Frondizi, y el proyecto de país que tiene en la cabeza es una cuestión desarrollista, neodesarrollista. E incluso creo que uno de los posibles candidatos a la vicepresidencia es precisamente Frigerio. Hoy no existe esa derecha que muchos quisieran encontrar. Me parece que en gran parte se funció en el “proceso” militar y en otra parte en esa especie de retiscencia que se tiene hacia la palabra neoliberalismo. Ya nadie habla de capitalismo, ya nadie habla de privatizaciones. En realidad, la cosa pasa por un centro, centroderecha si usted quiere, a lo sumo. Pero yo no veo que haya grandes diferencias con Scioli, lo mismo con Randazzo y lo mismo con Massa. Y la izquierda, que el Gobierno hace lo posible para casi parecerse a Venezuela, al menos un sector. La Doctora parece tener un modelo en Nicolás Maduro y se aisla, y en esa necesidad de mostrarse como de izquierda, necesita tener un Macri de derecha para legitimar una supuesta condición de izquierda que, en realidad, el peronismo que yo sepa, y por cómo yo conozco a los sujetos del Interior y demás, están lejos de Sierra Maestra. Son, más bien, conciliadores y el peronismo tiene que ver mucho con la conciliación social. Ella habla de un modelo que está sostenido por los que sacan. Y habla mucho de un modelo de “inclusión”, pero también hay que incluir a los que pagan los impuestos, al que quisiera invertir, al hombre que de repente nos escucha en Mendoza y que tiene 30 mil o 40 mil dólares y que no sabe en dónde meterlos, que tiene miedo a que le roben y que, si hubiera un poco de confianza, por supuesto que los metería en el juego econ ómico que es lo que falta en la Argentina. Yo no siquiera creo en ese mito de que “tiene que venir el inversor extranjero”. Sinceramente me conformo con que el argentino tenga la suficiente confianza para poner sus pesitos en alguna movilidad económica. Que no es lo que pasa hoy.

Terminamos hablando siempre del peronismo, y usted es un experto..

– Nooo no diga eso.

Aquí tenemos un libro suyo que habla precisamente del peronismo.

– ¿Cuál es el libro que tiene?

Es la nueva edición de “Los reventados”.

– Ah, bueno, claro. Pero “Los reventados” es un libro que trata sobre el regreso de Perón a EzeizaÂ

Fue reeditada por Sudamericana recientemente.

– ¡Hace 41 años que se publicó, mi amigo! ¡Qué jovato que estoy, por favor! ¡Hace 40 años publicaba libros!

Lo que pasa es que con “Los reventados”, adelanta el peronismo que viene, el peronismo post dictadura.

– Yo suelo decir por “Los reventados” que uno de los problemas de la Argentina es que mis personajes literarios gobiernan.

¡Ese es el problema!

– Hay todo un estilo que se trasladó al poder y que estuvo escrito en los reventados, que llegó en forma automátic. Eso de “perdemos los radicales, pero ganamos los peronistas” y esas cosas que se dice allí en “Los reventados”, con personajes inescrupulosos que lo que quieren es sobrevivir, salvarseÂ

¿Entonces al Gobierno lo ganan los buscavidas?

– Y bueno, hay algo de eso tal vez. Pero aquel peronismo que tiene que ver con los años 70, era un peronismo en ebullición, había discusión de proyectos ¡y a los tiros! Creer que los muchachos de La Cámpora tienen algo que ver con aquella épica es verdaderamente un dislate. Y que estos gobernadores, estos “poderosos provinciales”, titulares de la franquicia PJ en cada una de las provincias, no tienen absolutamente nada que ver con las disputas de poder que había allá en los 70 y que no era tan fácil “llevárselos puestos”. No era tan fácil que un gobernador o que un intendente importante aceptara que las listas se confeccionen en Olivos. O que echen a un funcionario porque no gustó el cierre que hubo en MendozaÂ

Como pasó con Mazzón.

– …Porque no era del gusto de Olivos. En plena decadencia, es una cocnentración de fuerzas que no tuvo ni siquiera Perón. Menos Menem: Menem no iba a hacer menemismo a cada uno de los lugares delagaban, sumaban Y le diría más: Creo que Cristina en este momento tiene más poder concentrado que el propio Kirchner.

Nos deja preocupados, Asís. Todo lo que va escribiendo se va cumpliendo y ahora además usa Twitter y escribe cosas que después pasanÂ

– El Twitter me divierte un poco y lo tomo simplemernte como un insrumentod e comunicación. La verdad es que los 140 caracteres sobran. Yo siempre les sugiero a mis amigos de Twitter que usen 10 caracteres menos, así permiten un retuiteo mejor, ¿no es cierto? Y en realidad, algunas cuestiones uno las puede anticipar en Twitter y eso es que haya cambiado lo que es todo el sistema de comunicación. Antes cuqlwuier político que quería hace runa política de medios pensaba que tenía que arreglar con Clarin y La Nación y esto ahora no es así. Yo con ciento treinta y pico mil seguidores, instalo lo que me parece.

Pero volviendo a las comparaciones con los 70, ¿qué dirigencia queda?

– La sociedad tiene sus propias conductas defensivas. En realidad, comparativamente con lo que pasaba en aquella época, yo le diría que resolver la cuestión en la Argentina hoy es bastante más fácil. Cualquiera de estos tres muchachos que se parecen tanto e incluyo a Scioli o Randazzo, son mucho mejores que lo que hay. Lo que pasa es que el “riesgo Doctora”, lo que creen los muchachos que están pensando en categoría casi revolucionarias, se extigue. Insisto: hay que darle confianza al argentino, al que nos escucha, y eso me aprece que es donde tal vez flaquean un poco los candidatos, los veo más bien como que despachan una diferencia, se muestran distintos a lo que hay pero no alcanzan a organziar una sociedad diferente. Como decía aquel amigo de la política: “Por lo menos mentime un poco, dame un poco de fantasía”.

En la cena de Macri, esa en la que cada comensal pagó 50 mil pesos de aporte a su campaña, usted fue una de las personas más saludadasÂ

– Esto lo desconocía.

Fue muy saludado.

– Fui como a cualquier acto que se me invita. Me invitó un empresario, pasé muy buenos momentos, tengo muy buenos amigos entre el empresariado y, por supuesto, entre gente d ela política, y yo creo –y lo digo sin jactancia- que el lector ve que inclusive me puedo equivocar muy de frente. Pero bueno, se me reconoce y se me lee y tengo el máximo atributo que tiene que tener un escritor, un periodista: que son lectores.

¿Qué vio entre toda esa gente que fue a apoyar a Macri?

– En realidad los que pagaron son algunas empresas que mandaron muchos sus representantes. Eso es más ilustrativo que una encuesta, porque tienen poca credibilidad desde que cada uno tiene la propia. Pero yo vi mucho empresariado con ganas de ayudar al que supuestamente viene en punta, y que tiene más cerca el traje de sucesor. Que no la tiene tan fácil y tampoco las tiene en la sucesión en Capital. Allí entre Larreta y Michetti, Mauricio macri no supo jugar bien.

De hecho, Macri tuvo que salir a apoyar públicamente a Larreta porque Michetti viene creciendo sola desde abajo.

– Mi amigo: cuando uno sube a un ring siempre cabe la posibilidad de que le peguen un castañazo; cuando uno se presenta a una elección, siempre cabe la posibilidad de perder. Y cuando se es democrático y tiene dos valores en pugna, lo mejor es tratar de ser lo más objetivo posible y sin exhibir tanto el favoritismo, porque este es un país de pícaros. Va a haber mucha gente interesada en hacerle pasar un mal momento al que tiene preparado el traje para la asunción. Ahora, en la actualidad, yo no lo daría por terminado todavía a Sergio MassaÂ

¿Por qué?

– Tiene problemas estructurales, serios, pero tiene algunas características personales que son un problema para su construcción política, pero que también son un atributo. Tiene una relación con la gente que yo no la encuentro en otro candidato. Y tampoco lo descarto a Scioli. Tiene la estructura asegurada por su pertenencia a este partidito vegetal que es el justicialismo ue de pronto tiene representación asegurada en todos los distritos. Tampoco lo descartaría, porque la Doctora tiene un voto cautivo de 22 o 23 por ciento que, como punto de partida, es muchísimo.

¿Qué país viene después de este gobierno digamos “revolucionario”?

– Es como que después de una gran borrachera viene una etapa de cortados en jarrito. Me parece que después de tantas tensiones generadas viene quizás un espacio más consensual, de acuerdos, pero un cristinismo que queda muy fuerte, que sembró todos los ministerios de gente propia y que tendrá una fuerza legislativa muy importante. Yo sinceramente soy moderadamente optimista. Me parece que lo que viene para la Argentina es superior.