Exmagistrado español suspendido por su investigación de los crÃmenes del franquismo. Director propuesto por Argentina del Centro de Derechos Humanos de la Unesco.
El exjuez español Baltasar Garzón se «metió» con la Argentina en 1996 a raÃz de los crÃmenes de la última dictadura militar, que investigó desde España. Desde 2012, mantiene una relación con el gobierno argentino que puede ser considerada privilegiada, estrecha. Al punto que fue contratado para que asesore, primero, a la Cámara de Diputados y luego, para trabajar en un organismo de la Unesco.
Surgieron numerosas versiones en torno a su integración a la polÃtica argentina. Sin embargo, las desmintió en este diálogo que mantuvo con MDZ Radio. Lo mismo hizo, de plano, con la mencionada posibilidad de que sea propuesto para integrar la Corte Suprema de Justicia en un futuro, para lo cual deberá acreditar, primero, ocho años de residencia y seis de ejercicio de la profesión en el paÃs.
â ¿Cómo es que usted que está involucrado en los grandes casos del mundo, termina involucrado con el gobierno argentino que, por tora parte, le tiene mucho afecto?
â Yo estuve desde el año 2012, cuando fui nombrado asesor de derechos humanos de la Cámara de Diputados y posteriormente asumà como presidente del Centro Internacional de Promoción de los Derechos Humanos de categorÃa dos de la Unesco, dejando mi función como asesor en la Cámara y desde entonces desempeño esta labor. En este centro, que tiene autonomÃa propia y que está ubicado en el Cesma y está dedicado a la polÃtica internacional sobre derechos humanos. Es fruto de un acuerdo entre el gobierno argentino y la Unesco. Ese es mi actuación en este momento, formando parte, también, del cuerpo de asesores del Ministerio de Asesores.
â ¿Cuál fue el camino para llegar a Cristina Fernández de Kirchner?
â Yo a Néstor Kirchner lo conozco desde el año 2005 y también a la entonces senadora Cristinas Fernández de Kirchner. Desde entonces en alguna ocasión he coincidido con ellos y con Néstor Kirchner y la presidenta ya. Cuando a mi me suspendieron en España el 14 de mayo de 2010, por la investigación de los crÃmenes franquistas, se celebraba la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y ellos fueron los primeros que me convocaron a la embajada para dmeostrar la solidaridad. Ha sido una relación formal y, puntualmente, ha estado siempre acompañada de un apoyo muy explÃcito a mi persona como juez y es de suponer que,. por mi labor en relación con las investigaciones de los crÃmenes de la dictadura argentina, que yo comencé a investigar en España en 1996 con el Caso Argentina, después el Caso Scilingo y con todas las investigaciones que dieron lugar y que, finalmente, fueron remitidas a la Argentina después de que se derogaran las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
â Hay una valoración positiva sobre el trabajo que se ha hecho sobre los derechos humanos en torno a lo que pasó hace 30 años o más hacia atrásâ¦
â Sin lugar a dudas, porque Argentina es ejemplo a nivel mundial y de eso debe estar muy orgulloso todo el pueblo argentino porque, en definitiva, es un esfuerzo que han hecho todos, principalmente las vÃctimas, de organismos de derechos humanos pero también de todas y todos que han puesto en valor la defensa de los derechos humanos, el desarrollo de una polÃtica integral en la materia y sobre todo en el ámbito del resarcimiento de la justicia, la verdad y la reparación en relación a las vÃctimas de la dictadura argentina. Es un ejemplo único en el mundo la acción de la justicia hasta el dÃa de hoy. Después de oÃr el alegato del fiscal Ouviña en el juicio del Operativo Cóndor, creo que no debe quedar ninguna duda del esfuerzo que está haciéndose desde Argentina y en todo el mundo.
â Surge no solo en Argentina sino en distintos paÃses, las crÃticas sobre cuánto respeto hay en realidad a los derechos humanos en la actualidad. La pobreza, la represión de fuerzas policiales, la rfepresión de amnifestaciones. ¿Es esto una carencia?
â Desgraciadamente en los últimos años se ha producido una especie de constante de restricción en algunos paÃses de derechos ya consolidados, más motivados por ese miedo al desarrollo de los derechos ciudadanos que a veces la clase polÃtica tiene en algunos paÃses, pero que sin embargo forma parte de un entendimiento muy potente de lo que es la democracia participativa. Los ciudadanos y ciudadanas de distintos paÃses quieren más participación en la vida pública de sus respectivos paÃses, y asà vemos ejemplos como el de Guatemala, que gracia a esas movilizaciones populares se ha motivado también a los organismos públicos y, en este caso con apoyo de la Comisión Internacional contra la Impunidad, para que se investiguen los hechos e, incluso, lleguen a la suspensión o el abandono por parte del presidente de la República. En otros paÃses hemos visto restricción del derecho a manifestación o de reuniones por el temor a esa participación ciudadana. En definitiva se están redefiniendo mucho las posiciones, y a mà me ha llamado siempre mucho la atención, que un paÃs como Argentina la participación ciudadana en la vida pública es efervescente, es permanente y también es ejemplo en el entorno internacional. Sin embargo, lógicamente tenemos problemas complicados y sobre todo ahora, como estamos viendo con las corrientes migratorias que son consecuencia de los conflictos armados o la presión de aquellos que más desamparados están o gracias al efecto negativo de la pobreza y la diferencias entre unos y otros. Hay cuestiones económicas y polÃticas que están en primera lÃnea.
â Son las ONG de derechos humanos las que vienen levantándose en el mundo y en la Argentina. ¿Sirve que se creen «ministerios» de derechos humanos -cosa que aquà no ha pasado todavÃa-? ¿Eso no aplasta el trabajo de las ONGs por defenderse de la presión de los estados?
â Yo creo que depende como se mire. Entiendo que el hecho de que los gobiernos presten una atención especÃfica y prevalente a la defensa de los derechos humanos es fundamental. Es una tarea transversal que debe ser integral y debe atravesar a todas las polÃticas y en todos los niveles. El papel de la sociedad civil no puede ser obviado porque es el músculo, el nervio que hace cambiar las cosas. Pero que haya una mayor sensibilidad y sensibilización por parte de un Ejecutivo hasta el punto de hacer valer la importancia de los derechos humanos, es bueno. No oficializarla, porque jamás se puede oficializar, sino asumirla, integrarla para ponerla en práctica en forma participativa y no impositiva. Sobre todo, teniendo en cuenta que hay amenazas de muchos grados y muy intensas que no vienen solo desde el Estado sino desde otros ámbitos que pueden afectar a los derechos humanos inmediatamente relacionados con las personas, sino con el entorno, con los derechos de la naturaleza, en fin. Son momentos en los que yo sà creo qe debe haber una polÃtica integral de los derechos humanos en el más amplio sentido.
â A raÃz de su experiencia y de su llegada al gobierno de la Argentina se especuló en algún momento que usted podrÃa desarrollar actividades en el paÃs. Se dijo inclusive que podrÃa llegar a ser miembro de la Corte de Justicia, aunque por ahora no cumple con los requisitos requeridos.
â No. No.
â ¿Pero lo ha pensado para algún momento de su vida?
â Ya he visto que se habÃa publicado algo de ello, pero no, no. Eso sÃ: yo agradezco a la Argentina la recepción que me ha hecho en momentos difÃciles en mi vida y he tratado y trato de aportar toda mi experiencia y siempre estaré a disposición de la Argentina para trabajar, como lo vengo haciendo, pero hasta ahà llega mi participación. Creo que en Argentina hay juristas de primera talla que pueden ostentar el puesto tan preferencial como es el de la Corte Suprema, sobre todo una Corte que debe representar la sensibilidad del pueblo argentino, una justicia participativa, una justicia a la que yo estoy apoyando o aportando mis conocimientos pero lógicamente desde mi posición que no pasa por integrarme a ese estamento.
â ¿Y en su paÃs, piensa integrarse activamente a la polÃtica? Permanentemente se habla de usted.
Bueno, se habla, sÃ. Yo he dicho en más de una ocasión y en más de dos, y ahora mismo estamos en las puertas de un proceso electoral, que los ciudadanos debemos de participar activamente en polÃtica, cada uno en el nivel que considere que le corresponda. Yo lo estoy haciendo a través de la Convocatoria CÃvica, una asociación que presido, que tiene una vocación claramente integradora de las corrientes progresistas para hacer un frente unitario frente a polÃticas conservadoras del Partido Popular. Sigo pensando lo mismo: creo que hay que ser más abierto en todo el escenario de la izquierda y del progresismo porque una alternativa polÃtica diferente en España a la de la estricta austeridad que hasta ahora estamos viendo en los últimos cuatro años, es necesaria. Por lo tanto, sà estoy participando y voy a continuar participando, lo cual no quiere decir que asuma la responsabilidad indiferente a esa promoción de acciones polÃticas alternativas, a que acerquen a la polÃtica la participación de los ciudadanos que creo que es absolutamente necesaria.
â Hace unos dÃas entrevistábamos aquà mismo a Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid, ex jueza ellaâ¦
â Bueno, somos de la misma promoción de jueces. Somos de la Promoción 27 de jueces que entramos en el año 80. Además, somos buenos amigos y además es una excelente profesional y yo le he deseado mucha suerte en la AlcaldÃa de Madrid. Creo que lo está haciendo bien.
â Por último, le pedimos un balance de la situación de los refugiados. CÃclicamente el mundo tiene problemas en cuáles focalizarse aunque sin embargo prevalecen en simultáneos muchos de los anteriores. ¿OPbserva que el mundo mejora en torno a los derechos de las personas que lo habitamos o cada vez es peor?
â Uno se asusta a veces. No sé si de la incompetencia o de la insensibilidad que a veces los paÃses más favorecidos presentan frente a los que no lo son tanto. Nos olvidamos que las migraciones siempre han sido un vehÃculo cultural, de integración, de mestizaje. En definitiva, es lo que la cartografÃa del mundo es: una pura mezcla y en eso está el avance. Sin embargo, ahora vemos lo que es la consecuencia de la proliferación de conflictos armados, muchas veces provocado desde fuera o por una inactividad de quienes podrÃan evitarlos, se producen migraciones masivas en unas situaciones polÃticas y económicas muy gravosas para quienes la sufren. Y a la vez, una polÃtica, como está sucediendo en Europa que durante muchos años hemos reclamado que existiera y que nos ha agarrado con la guardia baja y nos encontramos en el inicio casi de un invierno que va a ser muy duro y con millones de personas tratando de atravesar fronteras sorteando cada vez más obstáculos. O con discursos totalmente xenófobos, como el de Donald Trump que habla de construir un muro en la frontera con México. Creo que los alardes electorales y el aprovechamiento de la bondad, incluso del desconocimiento de la gente no puede llevar en la polÃtica a la manipulación más grosera y, desde luego, al quebranto de los derechos fundamentales a una vida digna y al desarrollo, al fundamento, a la posibilidad del ser humano a desarrollarse a través de todas las cualidades que pueden estar en su tierra de origen o en cualquier otra. Desde luego que hay que hacer una polÃtica mucho más integral, más regional y más universal sobre migración que solucione estos problemas, que cada vez, lamentablemente, van a ir a mayores.