En entrevista exclusiva para el programa «Tenés que Saberlo» que se emite por Radio Jornada de lunes a viernes de 7 a 10 hs, el ex alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, reveló la brutalidad del régimen de Nicolás Maduro, comparándolo con el dictador Adolf Hitler y denunciando crímenes de lesa humanidad y el fraude electoral en Venezuela.
Vamos a hablar sobre Venezuela, un tema del que hablamos todos los días. Estamos muy preocupados con lo que ha sucedido y realmente hay algo para señalar con claridad. No muy claramente, mientras un montón de líderes del mundo se entretienen pidiendo que Maduro muestre las actas, Maduro está fusilando gente en las calles. Entonces, las actas, ya desde nuestro punto de vista, poca importancia tienen. Ganó la oposición, lo que tiene que hacer es adaptarse al resultado electoral y lo vamos a analizar con el exalcalde de Caracas que está viviendo en el exilio en España, Antonio Ledezma. Un gusto saludarlo una vez más. ¿Cómo está?
No, muchas gracias. El gusto es para nosotros los venezolanos, sobre todo de ustedes que no han dejado de estar muy pendientes de la lucha que venimos dando hace tantos años, los sufrimientos de nuestro pueblo y, desde luego, ratificar nuestra gratitud por esa solidaridad puesta de manifiesto.
Estamos atentos y lo que nos pasa ahora es que estamos, además de muy preocupados, por cómo va avanzando cada vez más encriptado sobre sí mismo el régimen chavista. ¿Cómo va a hacer la oposición, y usted que está en la coordinación de la oposición, para zafar de estas circunstancias después de haber ganado y que no lo dejen asumir el poder?
Bueno, de defender así como cuando una madre pare un hijo. La madre es capaz de hacer cualquier cosa por preservar a ese hijo y, como todo parto, tiene dolores. Nosotros estamos en medio de un parto, pariendo a la patria, porque la traición de esta gente ha venido borrando y desdibujando hasta la propia palabra. Para ellos, la patria no es más que un término que usan para estar proclamando estribillos, pero siempre deshonrando los verdaderos valores implícitos que tienen que ver con la patria, con la nación, con el estado, con la República. María Corina Machado y el Edmundo González han dado una batalla épica encabezando esta batalla que ha protagonizado el pueblo de Venezuela. Ya hay una matriz de opinión colocada en el mundo basada sobre hechos absolutamente ciertos de que Maduro perdió, de que fue derrotado y fue derrotado ampliamente. También lo que ha prevalecido en la opinión pública mundial es que Maduro hizo un gran fraude el pasado 28 de junio en la madrugada, cuando se proclamó candidato sin mostrar las actas porque él tiene las actas, pero sabe que esas actas confirman las actas que ha dado a conocer María Corina Machado. Hay una ventaja cercana a los 5 millones de votos de ventaja, repito, de Edmundo sobre Maduro. Y lo que le queda a Maduro es desarrollar esta cacería de brujas. Maduro se ha convertido en el Adolfo Hitler del siglo XXI, está anunciando, al igual que el tirano de Corea del Norte, dos nuevos campos de concentración para encerrar a los venezolanos. Está reincidiendo en la perpetración de crímenes de lesa humanidad. Él está convicto y confeso. Él habló de un baño de sangre y lo está cumpliendo. Él habló de que ya lleva más de 2000 personas detenidas. O sea, que él desarrolla una arbitraria persecución contra seres humanos basado en ese esquema de patrón de conducta que ha sido identificado por el grupo de trabajo de la Organización de Derechos Humanos.
¿Cuál podría llegar a ser la salida, la mejor salida para el pueblo de Venezuela? ¿Usted cree que, digamos, el mundo entero no está haciendo lo suficiente para ayudar a Venezuela? De hecho, la Organización de Estados Americanos ni siquiera pudo emitir una resolución en conjunto para exigirle a Nicolás Maduro que presentara las actas. ¿Hace falta más presión internacional? ¿Cuál podría ser la salida?
Hace falta más presión. Escalar en cuanto al tono y en los términos en que tiene que hacerse esa presión para que sea efectiva, para que sea oportuna. Por supuesto que nosotros valoramos mucho los pronunciamientos que ha hecho la Unión Europea a través del señor Borrell y los pronunciamientos que han hecho un grupo de países el día de ayer, incluyendo a España, a Portugal, a Polonia, a Alemania, a Francia, los países bajos. Lo que hicieron hace dos días el G7, el grupo de los siete, que incluye por ejemplo a Japón, a Italia, a Francia, al Reino Unido, a Estados Unidos, etcétera. El pronunciamiento que han hecho presidentes de América Latina, incluso presidentes que tienen antagonismo ideológico, como el caso de Gabriel Boric de Chile y el presidente Javier Milei de Argentina, pero que se cruzan, que se encuentran a la hora de defender la democracia y los derechos humanos. En este momento está en Chile, el presidente de Brasil, Ignacio Lula da Silva, supongo que él está haciendo algunas gestiones para persuadir a Maduro de que deponga su actitud fraudulenta, que facilite el reconocimiento del mundo González como ganador y que demos paso entonces al inicio de la transición pacífica. Esa es la salida. Aquí no podemos estar pensando en más diálogos, más negociaciones porque Maduro usa esos diálogos como un sainete para simular que tiene una solución pacífica, pero lo que hace es ganar tiempo, lo que hace es sembrar intriga entre los actores políticos de Venezuela y confundir también al escenario internacional. Por otra parte, se ha sugerido que esto se resuelva en las instituciones de Venezuela. Eso no se puede resolver en las instituciones de Venezuela porque en Venezuela no hay instituciones autónomas, no hay instituciones sanas. Todas están cooptadas por la dictadura y sobre todo ese Tribunal Supremo de Justicia donde acudió Maduro la semana pasada metiendo un recurso, ese tribunal integrado por magistrados designados a dedo por Nicolás Maduro, son una comparsa al servicio de la dictadura y sobre todo la presidenta de ese tribunal que es una activista furibunda del partido del régimen.
¿Cómo se hace para negociar con un tirano? Porque al final de cuentas uno entiende el funcionamiento de las instituciones democráticas, las valora por supuesto, pero da la sensación como que, si no decide por cuenta propia salir de Venezuela, va a ser muy difícil sacarlo. Digo, más allá de las protestas, más allá de que distintos países de la región se estén manifestando en contra de él, da la sensación de que esto termina mal para él o para los venezolanos.
Es que esto, como tú lo planteas, una negociación es como las películas, como se ha visto en la vida real de expertos de la policía negociando con un secuestrador, con un atracador. Maduro ha cometido un atraco porque lo que hizo la noche del 28 de julio en la madrugada con uno de sus escuderos, de sus serviles, que fue un presidente del Consejo Nacional Electoral, fue un atraco, un atraco a la voluntad popular, un golpe de estado a la soberanía popular. De allí que Maduro quiere robarse un país. Es como que si alguien se consigue en la calle un celular y dice «este celular es mío, me lo agarro». Pues bien, él está apropiándose indebidamente de un país que tiene las mayores reservas de petróleo del mundo, que tiene las sextas reservas de gas del mundo, que tiene las segundas reservas de oro de América después de Estados Unidos, que tiene minerales en las llamadas tierras raras, que tiene millones de venezolanos prácticamente allí secuestrados porque él quiere hacer de Venezuela una gigantesca cárcel. Y por eso está desarrollando este terrorismo de estado, persiguiendo a la gente inocente. Así que lo que tiene que actuar la comunidad internacional es como cuando un policía actúa con alguien que tiene secuestrada una entidad bancaria, unos ciudadanos inocentes. Maduro quiere secuestrar definitivamente a Venezuela y quiere robarle la ilusión y la esperanza a los millones de venezolanos que hicimos posible, contra viento y marea, estas elecciones, aún a sabiendas de que eran elecciones que no eran absolutamente limpias y tuvimos que lidiar con un sinnúmero de dificultades.
Y le quería consultar si Venezuela no es un campo de experimentación de presencias raras en América Latina y de allí la precaución que tenemos que tener, por ejemplo, la presencia de Hezbollah por un lado, también se habló de que están custodiando lugares el grupo Wagner de Rusia, que responde ahora a Putin después de que muriera su creador ¿Es así? ¿Venezuela es un campo de experimentación de otras naciones para ingresar a América Latina?
Tienen años en eso, por eso hemos dicho que lo que estamos nosotros padeciendo no nos incumbe solucionarlo solo a los venezolanos. Lo que está haciendo Maduro en Venezuela es una seria amenaza para la estabilidad del hemisferio, diría que del planeta. Y no exagero porque, como ustedes lo dicen en su relato, en su resumen, desde hace muchos años Hugo Chávez comenzó una serie de negociaciones con Irán a través del presidente de Irán. Dijeron que iban a abrir una fábrica de bicicletas en el estado de Bolívar, en la zona de la Guayana de Venezuela. No resultó tal fábrica de bicicletas, sino que estaban extrayendo minerales en un valor estratégico de gran significación. Lo mismo se sabe que en el arco minero de Venezuela, que representa el 12% del territorio nacional donde hay muchos minerales, comenzando por el oro, operan los grupos relacionados con Hezbollah que sacan esos recursos y los triangulan comercialmente en otras partes del mundo. Las relaciones de Venezuela no solamente son con los iraníes, sino también con Rusia. Es abiertamente esa relación, esa dependencia. Y además de Rusia, también con Cuba y con Nicaragua. Por eso el propio presidente Zelensky ha comentado en sus redes la presencia de estos mercenarios del grupo Wagner en Venezuela, que, en convivencia con otros mercenarios de América Latina, como los que envió por ejemplo Ortega hacia Caracas, los que envió Ramiro Valdés desde La Habana a Venezuela, están cometiendo esos crímenes. Estamos hablando de vándalos, estamos hablando de mercenarios que están cometiendo estos asesinatos porque ellos han venido santificando los crímenes, han venido canonizando las torturas, han venido convirtiendo la tristeza en llanto. Ya la gente está seca de lágrimas, ya la gente no tiene más lágrimas en sus párpados de tanto padecer este espantoso cuadro que está viviendo y padeciendo el pueblo de Venezuela.
Antonio, le hablo desde la ignorancia. ¿Quién es más peligroso o cuánto más peligroso puede llegar a ser Diosdado Cabello respecto de Nicolás Maduro?
Eso es una banda y es una banda que funciona como una corporación criminal. Por eso no solo les saldría la aplicación del estatuto de Roma de lo que está en todos los códigos que le dan fundamento legal a la Corte Penal Internacional, sino también a Palermo, a lo que es todo el acuerdo de Palermo para tratarlos como lo que son, como mafias que se reparten el botín. Ellos tienen problemas a la hora de entenderse, pero terminan uniéndose por el delito. Los une el delito, los une el miedo de saberse muy pronto juzgados en cortes internacionales. Por eso se hace a veces difícil que estos delincuentes acaten un resultado electoral como el que se produjo el pasado 28 de junio.
Bien, y lo último que le pregunto de mi parte es si… ¿Cómo le cayeron las declaraciones de Cristina Kirchner desde México, que pedía por el homenaje a Hugo Chávez y al legado del chavismo? ¿Qué muestre las actas? ¿La ve del lado de la democracia o la ve encubriendo a Maduro?
No, creo que está viendo claro. No necesita anteojos para poder observar que realmente Maduro cometió un fraude grotesco. Y es que en este caso Maduro se está quedando más solo que la una porque lo que ha hecho es una verdadera mamarrachada que ni siquiera sus propios aliados en ese terreno, el Foro de Sao Paulo, el grupo de Puebla, pueden defenderlo.
